Presidente Honorario
Yo tuve un accidente en 1993, y eso me dejó una lesión medular, y a partir de ahí en mi etapa de rehabilitación conocí a Paco Cisneros, quien también fúe Presidente Honorario de Libre Acceso, nos hicimos muy amigos y en 1995 decidimos entrar juntos a Libre Acceso y desde ese tiempo he permanecido constantemente trabajando con ellos.
Como persona con discapacidad descubrí que Libre Acceso era una institución que se dedicaba a la gestión, que buscaba tratar de terminar con un problema estructural que era la falta de accesibilidad y fue lo que me llamó mucho la atención y fue así que decidí dedicarme de tiempo completo durante muchos años.
Estamos hablando que tengo casi 20 años que he estado participando y pasé por todas las etapas, desde asociados activos, después entré al Consejo Directivo, pasando por todos los cargos como Consejero, Secretario, Vicepresidente, hasta que tuve la fortuna de ser Presidente Honorario.
Puedo decir que si algo cambió mi nueva vida como persona con discapacidad fue justamente Libre Acceso, estar en un grupo de personas que más de buscar cómo solucionar sus problemas personales se busca solucionar el problema colectivo, me ayudó a entender que tener una discapacidad no era una limitante, al contrario, busco cada día sacar un provecho colectivo a esta situación, el tener oportunidad de estar en lugares, en foros, en conferencias, convivir con instituciones de gobierno para gestionar la accesibilidad me fue dando valor en varios sentidos, por ejemplo, valor como persona, me recuperó esta seguridad que en algún momento se pierde al adquirir una discapacidad, el valor de reconocerme como una persona productiva, y me dio un prestigio como activista social.
Libre Acceso tiene una parte muy importante que es su calidad moral, la responsabilidad en mi caso de ser Presidente Honorario es que estés donde estés siempre debes de ir promoviendo los valores de Libre Acceso, valores de solidaridad, de compañerismo, de trabajar por los demás, entre otros.
Hoy en día es importante trabajar al mismo ritmo por todas las discapacidades existentes, no podemos encasillarnos por ejemplo en la búsqueda de la accesibilidad arquitectónica, hay que buscar la inclusión para todos, el acceso a los derechos, la discapacidad auditiva y su acceso a la educación, la realidad es que todas tienen sus formas, características y necesidades por atender.
Hoy día me desempeño en Conapred y puedo compartir que históricamente hay grupos que han sido blanco de discriminación, falta muchísimo, pero se ha hecho un trabajo muy importante, tenemos la confianza de que las cosas van a ir cambiando poco a poco, pero hay que eliminar esta parte tan arraigada que como sociedad nos lleva a discriminar.
Pensando en un futuro, me imagino llegar al punto en que Libre Acceso no tuviera que existir, porque ello significaría que hemos terminado con todo tipo de barreras arquitectónicas y culturales que hoy día encontramos, tengo la confianza en que el trabajo de la institución es cada día de mayor calidad y de mayor impacto.